Cronica de una noche en el Mani !!

"Esa noche, como todos los sábados llegué al maní dispuesto a matar mi tigre con el decoro, el sabor, la entrega y la disposición que trato de tener siempre.

Llegué con ese "sustico" en el estómago que espero que me acompañe siempre que me vaya a trepar en una tarima a cantar. Esa noche me encontré con varias sorpresas: había un nuevo mesonero, había también un nuevo portero, un pendón nuevecito de ron Gran Reserva. Y la mejor sorpresa de todas esa noche estaría compartiendo la tarima con la orquesta La Realidad (una de las orquestas de planta del Maní) una curiosa y arrolladora orquesta francesa que había visto por televisión la noche anterior en el canal Ávila TV llamada Ocho y media.

Me alegré de que esta orquesta fuera a tocar en el maní porque por lo que había visto la noche anterior hacían una música ecléctica y sabrosa, sin las ataduras formales que a veces nos ponemos inconscientemente en este Caribe hermoso. Me habían llamado la atención dos cosas en particular de la banda: sus afinados metales y su vocalista una chica formidablemente carismática y con atuendo muy particular.

Ya en ese momento había tomado la decisión de quedarme a disfrutar de esta particular orquesta francesa que de seguro pondría esa noche un toque diferente al maní. Mi actuación transcurrió inusualmente entre el corre corre de los músicos y el equipo técnico que ultimaba detalles para que cuando yo me bajara Ocho y media tuviera todo dispuesto para su actuación. Cuando me bajé de la tarima como a las 11:30 ya la noche sonaba a rumba caliente. Y el público esperaba con ansia a los de París. Incluso yo mismo me había hecho cargo de anunciar a los muchachos de Ocho y media. Pero lo que si fue una verdadera sorpresa para mí fue cuando el Fred el conguero me pidió (ya que no tenían güirero ni maraquero) que tocara el güiro y las maracas con ellos. Lo cual para mí iba a ser un honor y un placer hacer. Además de que se convirtió cuando concluyó el show de los muchachos de Francia en una de las experiencias musicales más vibrantes de mi corta trayectoria como cantante.

Esa noche Claudia la cantante hizo de las suyas con su carisma y su buena energía. Debo confesar que sufrí un poco para hacer  los cortes con el güiro, sin embargo creo que la cosa no estuvo tan mala. Eso si tuve que estar muy pendiente de Francoise el director (el bajista) quien se encargaba de hacerme las señas respectivas para caer más o menos con ellos en los cortes. Lo demás fue tocar y gozar. Los números que Ocho y media tocó esa noche fueron hechos con demasiado sabor. Una magia se apoderó del mani esa noche con Ocho y media en la tarima. y puedo decir que fui testigo de excepción (y mi testimonio lo viví en la tarima) de una gran presentación de una gran orquesta. Incuso la noche cerró maravillosamente bien, cuando tuve oportunidad de cantar dos estrofas de "Llorarás". Queda mi agradecimiento eterno a esa tremenda orquesta y el recuerdo en mi corazón de haber compartido la tarima con tan excelentes músicos y mejores personas. Y solo me queda decir que espero que se repita."

Alejandro Moreno.